Ajo

Esta es la forma en la que mi madre dictó esta receta a mi hermana:

Se pone el pan troceado en un dornillo. El pimiento y los ajos con un poco de sal se machacan en el mortero. Se pone un tomate a hervir. El tomate, con un poco de agua, se le añade al pan junto con el majado. Se tapa y se deja esponjar. Se maja todo hasta que se haga puré.

Aclaraciones

Hoy el dornillo o dornazo ha desaparecido prácticamente de las cocinas modernas, tal vez porque es un recipiente ligado a la comida del hambre en zonas rurales. Es a modo de un lebrillo pequeño o de mortero grande de barro vidriado o de madera en donde se trituran o majan diversas materias primas alimentarias. Necesita como complemento indispensable la maja de madera.
El tomate se deja hervir hasta que el agua tome un color atomatado. Sobre el pan se vierte el tomate limpio y un poco de agua caliente para que el pan se esponje. Reservar el resto del agua por si hubiese que añadirle algo más si la textura queda demasiado dura. Cuando se vaya a majar el pan con el tomate se le añade el majado del pimiento con los ajos y la sal.
Además del poco de aceite que se añade en el majado, para darle elasticidad, se sirve con unos hilos de aceite sobre el plato (como hacemos con el salmorejo). A la hora de consumirlo en el plato, se tendrán cortadas unas tiras de pimiento verde que se muerde y se mezcla en la boca con la cucharada de Ajo. El pimiento en vinagre también es un buen acompañante. Y lo más importante: una copa de mosto de Sanlúcar o, en su defecto, una copa de Manzanilla.